Venezuela, cimiento del Sur Global

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La política de no alineamiento y la conservación de una diplomacia soberana le ha permitido a Caracas desarrollar relaciones de cooperación y solidaridad sólidas con múltiples actores de relevancia en todo el mundo. | Foto: Cancillería de Venezuela.


10 de julio de 2024 Hora: 16:14

La política exterior bolivariana ha sido consistente a través de los años y es parte de una estrategia establecida donde la Cancillería es clave para construir la llamada diplomacia bolivariana.

Desde el inicio, la Revolución Bolivariana ha velado por el desarrollo del Sur Global como alternativa a la hegemonía occidental, convirtiéndose en actor clave dentro del desarrollo de un mundo multipolar.

“Estoy seguro que Venezuela se habrá levantado como una potencia emergente de América del Sur, del Sur Global y allí estaremos de la mano juntos China y Venezuela”, dijo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, al ofrecer una rueda de prensa ante medios locales internacionales tras la firma de la asociación estratégica.

La alianza Beijing-Caracas es símbolo de la emergencia del Sur Global como eje de la reconfiguración del mapa geopolítico. China en cuanto al desarrollo de un centro productivo y tecnológico que plantea una estrategia alternativa al poder angloamericano con centro en Estados Unidos; y Venezuela como el núcleo articulador del ascenso de fuerzas nacionales y populares en Latinoamérica con Hugo Chávez como iniciador de un proceso que implicaría a líderes como Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina y Evo Morales en Bolivia.

La política exterior bolivariana ha sido consistente a través de los años y es parte de una estrategia establecida y diseñada, donde la Cancillería es uno de los espacios clave para la construcción de la llamada diplomacia bolivariana, que parte de lo estipulado en el 4º objetivo histórico del Plan de la Patria 2019-2025: «Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar, que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria».

Según apunta el Instituto Tricontinental de Investigación Social, la posibilidad de consolidar un Sur Global opone a “la profundización de la condición periférica, dependiente y “subdesarrollada” de países alejados del Atlántico norte, eje del desarrollo durante el siglo XX, la posibilidad para recuperar la apuesta por la autonomía, la integración, la soberanía y la justicia social”.

Esta perspectiva decolonial fue retomada del pensamiento de Simón Bolívar y es directriz de la Revolución Bolivariana desde un primer momento y es puesta en práctica tanto en foros internacionales existentes, como a través del desarrollo de relaciones bilaterales y el estímulo de organizaciones multilaterales sean estatales, de movimientos sociales, comerciales o de intelectuales y pensadores.

Durante su participación de septiembre de 2023 en el Debate General del 78° período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el canciller venezolano Yvan Gil se refirió a la necesidad de promover un nuevo modelo de gobernanza en el que el Sur Global tenga el acceso justo al financiamiento internacional para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible; a la vez que  denunció que las instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las instituciones crediticias occidentales en general entrampan los países en desarrollo con intereses impagables.

En tanto, en el máximo foro a nivel internacional Venezuela ha insistido de manera unívoca en temas cruciales como el derecho a la libre determinación de los pueblos y el respeto a los territorios soberanos, manifestándose en contra de los territorios coloniales de ultramar como el sostenido por el Reino Unido en las Islas Malvinas y Sándwich del Sur, así como también ha sostenido la firme condena a la ocupación israelí en Palestina o la marroquí en territorios saharauis. A su vez, ha repudiado en cada ocasión los avasallamientos de la soberanía por parte de Estados Unidos con medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional.

A su vez, las giras internacionales realizadas por la Administración venezolana se caracterizan por no visitar los centros de poder occidentales. En los últimos tres años, Maduro realizó dos giras euroasiáticas y africanas: en junio de 2022 Türkiye, Argelia, Irán, Kuwait, Qatar y Azerbaiyán y, en 2023, Argelia, Cuba y China, donde selló la Asociación Estratégica y a toda prueba.

Caracas ha sido actor protagónico en el concierto del Movimiento de Países No Alineados y ha sido socio fundador de proyectos de integración regional como la Celac, la Unasur y la Alba-TCP. Venezuela también ha tenido un rol protagónico en la Comunidad del Caribe (Caricom) y recientemente el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que espera que el país caribeño regrese pronto al Mercosur, organismo del que está suspendido desde el 2016. Al mismo tiempo, en mayo de este año Venezuela y países de la Unión Africana ratificaron sus lazos de hermandad y cooperación.

En paralelo, Venezuela también potencia mecanismos de articulación independiente de los Estados en pos de fortalecer la solidaridad entre los pueblos. En esta línea, Caracas fue sede de la XVII Asamblea de los Pueblos Indígenas, en 2018 de la Asamblea Internacional de los Pueblos, a la cual concurrieron más de 200 organizaciones sociales de todo el mundo, Alba Movimientos y del Foro de Sao Paulo.

La guerra económica, financiera y comercial llevada a cabo por Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea contra la Federación Rusa han dinamitado el orden global y provocado una crisis de suministro energético y alimentario en buena parte del mundo, siendo el país euroasiático uno rico en materias primas y, por ende, exportador importante de estas.

Esta reconfiguración ha acelerado los pasos en cuanto a posicionar a Venezuela en base a su potencial como productor energético, como actor relevante en el orden económico mundial. Este objetivo se ve respaldado por alianzas estratégicas significativas, especialmente con China, cuya asociación estratégica con Caracas se consolidó en 2023. Este vínculo ha fortalecido la relación bilateral y ha contribuido al surgimiento de un mundo multipolar, ofreciendo una alternativa al predominio histórico del occidente industrializado.

Un aspecto crucial de esta estrategia se encuentra en los avances en la incorporación de Venezuela al bloque de los BRICS, algo que tras la última cumbre de ministros del bloque fue señalado como factible de concretarse este año. Miguel Jaimes, experto en relaciones internacionales, comenta que este movimiento es significativo para la reconstrucción de las relaciones internacionales y el establecimiento de una visión económica global multicéntrica. Según Jaimes, «este movimiento es esencial en un contexto donde la integración económica y geopolítica juega un papel vital a nivel mundial».

El analista Orlando Romero Harrington, por su parte, subraya las ventajas que Venezuela podría tener en la región al formar parte de los BRICS, destacando su posición estratégica en seguridad, defensa y relaciones internacionales. López afirma que «Venezuela está consciente de su potencial y busca consolidar alianzas y estrategias económicas y comerciales para proyectar su futuro en un mundo interconectado y dinámico».

Los BRICS representan a nivel mundial el 31,7% del PIB, el 30% del territorio, el 43% de la población y el 18% del comercio internacional. Mientras que los países que conforman este bloque controlan el 8,7% de las reservas mundiales de petróleo, el 25,2% de las reservas de gas, al tiempo que aportan el 40% de la energía mundial, representan el 42% del uso de energía renovable y el 37% del consumo de energía.

De concretarse la inclusión de la Revolución Bolivariana en el bloque, se confirmaría un paso más en la estrategia venezolana de ser líder en el desarrollo del Sur Global. En un escenario global marcado por tensiones económicas y políticas, Venezuela trabaja para ser protagonista en la reconfiguración del mapa mundial, impulsando una nueva visión de integración que promueve el equilibrio diplomático y económico a escala global con máximas inquebrantables, como la solidaridad de los pueblos, la defensa irrestricta de la soberanía de las naciones y la justicia social.

Autor: teleSUR - Nicolás Hernández